Me sigo aún escondiendo detrás de mi persona

Thursday, October 21, 2010


Cuando se detiene la distracción que la cotidianidad enérgicamente produce -como por ejemplo, esta mañana que miraba fijamente el monitor de la computadora- se revelan las verdades que por obvias suelen parecernos invisibles. Así pues, mi disfraz de burócrata se me ha pegado tanto al cuerpo que deliro a veces con carácter de responsable cuando la realidad de mi persona no ha cambiado en lo fundamental. Todavía sueño con un librero enorme que ocupe un muro entero de mi casa, sin embargo ahora acompaña a ese anhelo el de tener el tiempo suficiente para leer al menos uno de esos simulados volúmenes.