Negro Blanco
Thursday, August 31, 2006
Negro.
Que difícil, que valor el necesario, para ser un astrofísico, tener la certeza (astronómica,
matemática) de la banalidad del mundo, saber que en 500 mil años el sol se tragara a la tierra, e inevitablemente todo, absolutamente todo será polvo de estrellas, y no inmutarse, y seguir entusiasmado para encontrar quien sabe que mas desastres.
Que difícil, ser dios, y destruir lo construido, y desconocer (o quizás peor, conocer, astronómica, matemáticamente) el origen y el destino propio. El final infinito de los tiempos, el inicio.
Soy el principio y el fin, el alfa y el omega, el todopoderoso.
Que difícil, ser infinitamente infinito, y saber que no hay nada mayor en que creer.
Que difícil ser un hombre, y ser infinitamente cada vez mas pequeño, hasta que se le plazca, al infinito tener un limite.
Que difícil ser estas palabras, la tinta, el píxel. Infinitamente nada,
Que difícil ser, mi propio dios, vivir en mi. Murmuro en el silencio líquido del tiempo.
Que difícil dios, que nunca muere.
Blanco
¿No es acaso maravilloso pensar, recordar imaginar, memorizar?
Infinitos bloques, íntimos, dispersos, externos, unidos, tantos, tan bellos
Tan grandes
Tan pequeños.
Perfectos, tan fácil, mueren en un segundo, sin ser creados.
Destruir lo construido
Al apreciar, puedo comprender, (después de un suspiro) que algo tan perfecto
Y bello, tiene por precio, desaparecer. Y eso mismo justifica que es innecesario, explicar algo más. (Inicio, fin, tiempo, materia, la verdad…)
Agradezco que mi vida, sea gris. ¿Qué tienen de malo las medias tintas?