Devilish

Friday, November 14, 2008


Ahora que entiendo muchas cosas, las cosas que me rodean, las entiendo también. El oxido y el neón que bañan la urbanidad que me rodea, y también a las jóvenes de cuerpos estrechos y sonrisa enorme, de faldas cortas como sus respuestas a mis preguntas. ¿Un beso? Ahora las muchachas ríen cuando les pido uno; tomé de la cintura a una de las que sobraban a la salida de ese colegio y me la llevé a otra parte, me compró una camisa a rayas y yo le improvisé un poema y así paseamos la ciudad entera hasta que decidió que su cama era mejor lugar para el amor entre una adolescente y alguien como yo. Con peluches y afiches de rock, hicimos el amor sobre su uniforme de colegio y una canción de Devilish sonando en su reproductor de audio. Enciende la cámara me dijo y luego me advirtió que sus padres volverían. Y volvieron en un auto gris como su iris, ella dijo que la ayudé a hacer tarea y su padre me devolvió a mi casa después de las doce de la noche. Me freí unos huevos en mi casa a esa hora, me dolía el cuerpo y recordé, con una leve sonrisa que alguna vez tuve moral y me escapaba por las ventanas.