afterwork

Tuesday, May 7, 2019


Es chistoso.

Ahora mismo debo trabajar aun más que cuando era un gordo burócrata y lento administrador.
Mi mujer dice que casi no me ve, que me ve menos aun que cuando tenía un trabajo fijo.
Esas aspiraciones de arreglar esa pobre moto que lleva meses acosada por los rayos del sol, o de tener la energía suficiente como para jugar con mis hijos despues de una jornada semanal extenuante en que lo único que quiere uno es hacerse uno con el sillón.

Luego está ese bombardeo constante de motivadores en todos los formatos posibles que no paran de decir que todo está en la mente y que soy un idiota por no ver las cadenas; dudo entre considerar legitimo mi cansancio o no saber distinguirlo de un hartazgo remanente de una década de un trabajo con extrema demanda de energía, mata sueños y aspiraciones.

Por lo pronto estoy acá, a primera hora, viendo que vergas voy a hacer con está vida, de donde sacaré el dinero para darle de comer a mi mujer y a mis dos hijos, con un imaginario reloj de cuenta atrás marcando constantemente fechas muy próximas para quedarme sin un centavo.