felicidad

Thursday, September 10, 2009



Siento, creo, el corazón fuera del pecho, y en su lugar una incertidumbre enorme, un abismo, el desconsuelo. Poseo sin embargo hoy todo para ser feliz, cuanto a mi infortunio le hace falta para compensar la iniquidad de mi suerte, todo cuanto se dice que necesito, todo lo que para olvidarme quiero. Pero me falta entonces, creo, un corazón para sentir y para estar contento. Ahora mismo, después de soportar la desdicha tanto tiempo, no me queda sentimiento alguno, une vallée de larmes, la natural tristeza. No pudo mi alma sobrevivir a la última caída, y yace en mi pecho muerta. Inerte, ocupa un cadáver el lugar de mis delirios, la expiración mediocre, felicidad, como le dicen.