De haber sabido

Monday, August 4, 2008


Ahora me siento solo, por que mi princesa no pudo esperar a que fuera a rescatarla, y el dragón no aguantó a comérsela; lo peor es la probable complicidad entre estos dos personajes. No me quejo, no en publico, pero mi corazón me duele y no me queda otro remedio que abandonarme de nuevo en la promiscuidad y los vicios y tal vez olvidar para siempre esa ahora absurda ilusión de vivir feliz para siempre.
Yo la amo, pero ella a mi ya no. Espero que las parrandas con mujeres, alcohol y música me ayuden a olvidar pronto esta tristeza que ahora tengo.