peligroso, inmenso y oscuro

Monday, February 19, 2007


Como que siento que estoy creciendo. En todo aspecto, a todos lados.
Aunque engañosamente se diría más bien que me estoy ensanchando, soy conciente de cierto crecimiento.
Mi ropa me entalla mas, mi estomago asimila mas torpemente el alcohol e incluso el cigarro me produce mas molestias que de costumbre. Mi voz se vuelve más grave, más fuerte.
Yo no se a que se deba esto; que yo sepa hace años deje de crecer -por ahí de los dieciocho- y los cambios desde entonces han sido tan precarios que era absurdo hablar de crecimiento.
Sin embargo, ahora soy conciente de que ya alcanzo el apagador que no lograba tocar: que mi madre mira con nostalgia al hombre que encierra al niño que tanto cuidaba. Es cierto también que no he crecido del todo y no tanto como se esperara.
Casi todas las mujeres con las que mantuve en su tiempo un affair ya están casadas o juntadas (arrejuntadas como se dice en estos rumbos) incluso hay quienes tienen hijos. Muchos de los chicos de mi edad ya trabajan y tienen relaciones estables. Por no mencionar que hace años esos morros pasaron del metro ochenta.
Si no fuera por los comentarios de mis primas y tías que me hacen sentir una pulga inmadura y cobarde yo me consideraría normal. ¿Es acaso tan importante ser alto y trabajar?

Por otro lado esto de crecer me tiene metido en un embrollo romantico bastante usual a mi edad: muy a pesar de que mi criterio ya es bastante amplio en cuanto a mujeres, sigo prefiriendo colegialas a chicas de mi edad o grandes.
A su tiempo, verme con chicas de dieciocho años era bastante normal y hasta aceptable, mientras que, conforme pasa el tiempo y los años, me es más difícil separarme de esas niñas y establecer relaciones tórridas con mujeres de mi edad o mayores.

Y mientras yo, inmóvil e indeciso, en la borde de la playa, miro como la marea crece y la arena se deshace a mis pies, y se me arrastra lentamente al fondo de un océano peligroso, inmenso y oscuro.