Bodas Dobles

Tuesday, October 3, 2006


El otro dia me contrataron para tocar el órgano de hammond en una boda. Hace mucho que no toco el piano y me pareció una verdadera salvajada aventarme sin haber practicado la marcha nupcial, aun así asistí.
Una boda doble, el amor se respiraba por todos lados que incluso temí por la integridad de mis pensamientos malévolos con las novias. Juro que las imagine desnudas solo unas dos veces.

Marcha Nupcial. Llegan las dos parejas al pie del altar, y el padre decide hacer un volado para decidir a quien casa primero. Ganan los de la izquierda.
De pronto, a medio salmo, el encargado de soltar las palomas a final de la ceremonia deja volar sin control a una bandada de aves. Aves rápidas, ponzoñosas y feroces.

La Escena:
Una veintena de pájaros a 230km/h se acercan peligrosamente a los novios. Flash back, el padre recuerda sus años y años de entrenamiento silencioso, todas aquellas personas que se burlaban de el y decían que sus simulacros eran una perdida de tiempo, que jamás pasaría. En la mente del padre una sola frase: “a llegado el dia”.
- Agachaos hijos míos.
El padre se quita la sotana y deja ver que debajo de ella llevaba un traje militar. Toma un poco del Cádiz pa’ agarrar valor, y saca de detrás de una cortina un bat de béisbol.

Comienza una masacre tremenda, llueve sangre de ave y plumas. Y yo simplemente comienzo a interpretar a Chopin y una docena de rags.

Lo malo fue que no me pagaron por canción extra.