Necesito tu cuerpo para arrullar mis pesadillas

Saturday, July 21, 2012


Solía platicar en la escuela con mi vecina de mesa. Le contaba sobre lo que hacia a diario y ella se divertía escuchando mis ocurrencias. - siempre tienes una historia que contar. Decía.

Bueno, no tengo dinero para llevarte al cine, pero dime algo sobre lo que te gustaría escuchar un cuento. - hadas. Decía y frunciendo el ceño retadora, incrédula de que pudiese contarle un extraño cuento en el que ella era un hada. Luego, dos horas después, terminada la función, ella solo echaba de menos las palomitas y mi garganta un poco de agua.

¿Vamos a amarnos siempre? Siempre. Decía, hace diez años. Y yo me lo creía, cuando entonces no entendía que era amar, cuando no comprendía lo que significa en esa frase el siempre.