Could Again

Monday, August 15, 2011


Podría decirse que la vida comienza a sonreírme nuevamente, trazas de incontenible duda permanecen, y atento a las señales del derrumbe, prosigo con mi existencia después de un largo rato sobreviviendo con un –ahora aparentemente desvanecido- saldo negativo. Podría jactarme de ciertas hazañas que a mi edad son necesarias para seguir avanzando (oh, leí a Nietzsche y pude comprender lo que intentaba decir sin asesinar a ningún judío) y a pesar de la desventaja con la que inicié este juego, continuo en él. Desde luego, permanece esta terrible soledad, de la que estoy consiente pero que no comprendo, no existe ya ningún analgésico capaz de adormecerla y me consume ferozmente desde adentro, y comenzando por el corazón. No queda otro camino ya, lo racional es aceptarla y no temerle y ya no esperar que muera.
Vida, bienvenida seas, con tu charlatanería disfrazada de felicidad.