Podría

Friday, September 9, 2011




Podría ir un día comenzar a ir al trabajo en bicicleta, son solo trece kilómetros cuesta arriba. En el trabajo hay regaderas y al cabo de un rato mi salud lo agradecería. Podría al menos usar la caminadora cuando vuelvo del trabajo, o hacer cincuenta abdominales cada mañana. Podría levantarme una hora más temprano y sumergirme en la tina en las mañanas. Podría volver a leer libros. Los fines de semana o cada noche antes de dormir. Cien libros al año, como hace tiempo. Suscribirme al National Geografic, Algarabía, Psychologies cuesta más barato suscribirse y no tiene uno que pelear por el último ejemplar completo y sin hojas sueltas. Podría continuar con mi novela un capitulo a la semana, cargar con un bolígrafo para anotar poemas o dibujar las cosas que todavía no he dibujado. Podría afinar la guitarra y componer una canción. Aprender un acorde nuevo. Podría continuar mis clases de piano y aprenderme la otra mitad de Claire de Lune. Escuchar música nueva, conectar los audífonos y olvidarme de los éxitos en español que se escuchan en la oficina.
Podría seguir tomando fotos de mi vida y videos. Nunca fueron interesantes ni graciosos, ¿Por qué tendrían que serlo ahora? Buscar más películas raras e incomprendidas en internet y maravillarme al verlas. Comenzar de nuevo con los niveles básicos de francés e italiano. Podría ponerme muy borracho. Vodka y tequila juntos, cerveza, gritar: ¡salud! E impedir vomitarlo todo antes de quedarse dormido.  Podría jugar con mis amigos al domino y a las cartas y beber reyes, y oso blanco a las dos de la mañana y contar anécdotas y las más extrañas formas de embaucar a una mujer. Podría llegar cada noche del trabajo y besar apasionadamente a mi mujer, como cuando éramos novios, ella quizás se enteraría de que de verdad la quiero mucho, y llamar a mis padres para decirles que los quiero, a mi hermano para preguntarle como está. Podría visitar a mis amigos solo para saber cómo va la vida. Podría cocinarme un huevo estrellado, y cenármelo una de estas noches. Podría averiguar que es realmente importante en mi trabajo, y terminarlo para sacarlo de mi cabeza. Resignarme a que quizás no depende solo de mí la estancia en este trabajo y dejar de preocuparme tanto. Podría trabajar mejor y ya no tanto.
Podría, yo sé que no es tan difícil. Pero me pesan los pies y de pensar en comenzar algo ya me siento cansado. Me gustaría, y por el momento, para mi gris fortuna, es solo eso.