Tania (Segundo postfacio)

Friday, November 3, 2006


Ya no es solo cuestión de amor, o de pasar el tiempo.
A estas alturas, tu compañía, o la de cualquier mortal parece innecesaria. Aun, aun en contra de los dolosos murmures de gente que aun sigue convencida de la inquebrantable unión de la sociedad y el individuo. Yo escapo.
Si, me largo, y puedes mirar en cada una de mis acciones y esfuerzos, que no estoy pidiendo que me acompañes, no me acompañaras ni tú, ni mi madre, ni alguna de esas modelos brasileñas con las que tanto me estuviste jodiendo, creyendo que te engañaba.
¿Sabes? Ni siquiera es una despedida. Las despendidas duelen, o tienen al menos como intención, autoafirmar que uno no será olvidado. A mi me vale madres si me olvidas, en mi alma hay tanto dolor como aire en el espacio. Y no nos pongamos científicos, que ya se que también hay aire en el espacio. Fue una metáfora.
¿Qué por que me estoy riendo? Bueno, es que… es tan gracioso. A pesar de mi convicción, hay algo dentro en mi que aun cree que algo esta mal, ya sabes, veinte años conviviendo con toda esta basura de sociedad no se puede olvidar.

Jose empezó a soltar las cuerdas del muelle, subió al bote y dio unas patadas. La pequeña embarcación pronto se encontraba a kilómetros de la isla.
Daria solo miraba al horizonte, entre confusa y enojada, mientras se acariciaba el vientre y pensaba en como demonios cuidaría de un niño ella sola, mientras le remordía dentro, justo arriba del vientre, la culpa, la inquietud de no haberle dicho que estaba embarazada.

- nueve años después, arrepentido, Jose volvió, compro unos terrenos en la playa y construyo un par de restaurantes en su natal bejuca. Una vez que la senectud de su alma avanzó, decidió buscar a Daria y su hijo. Contrato a un detective, el mejor de la zona, este le dijo –un par de semanas después- que darla haba fallecido al tratar de dar a luz. El niño siquiera había nacido. Y entonces, supo que la vida, es solo cuestión de amor, y de pasar el tiempo.