No conexion
Thursday, April 2, 2009
Sobre las nubes que sobre nuestras cabezas descansan hay quien las pisa. Calan como existiendo perversamente dioses que nos observan. Y detenidamente; para la eternidad no existen prisas, tampoco para soportarla. No hemos sido nosotros, sin embargo, soberbios para pasear tan alto, y hemos caído, sin embargo, de distancias peligrosas. Y fallecimos también a cada rato. Sin embargo, sin embargo, sin pena porque nosotros inventamos un techo diferente en donde confiar nuestro cielo y nuestras cabezas. ¿Dónde estarán riendo nuestros dioses? ¿beberán? ¿Por qué en nuestro funeral nadie trajo flores? ¿Por qué no puedo gastar un centavo en ti si para eso vendí mi alma? ¿Por qué no podemos solo pasear tomados de las manos sin que debamos comprar el cielo para asegurar que ha sido romántico? No necesitamos flores para saber que estamos tristes, y si me preparas tu el café podre morderte el cuello mientras hierve el agua. No me importa que alguien diga, no me importan otras voces si no me dicen lo que tú me digas.