turista

Tuesday, August 12, 2014


 
Ciertamente este país se parece mucho al mío. El sol calienta la piel casi con la misma fuerza y estoy seguro que el aire también es el mismo.
También se parece a otros países, mientras andas por las calles puedes sentir la mirada de los locales: “¿de dónde será este turista?”
Y parece ya un triunfo el solo hecho de ser extranjero. Las muchachas te miran con otros ojos, y pareciera que, aunque están más lindas que las de tu país, es más sencillo llevártelas a la cama.
Allá en mi país soy un macho consumado –les comento- y ellas se derriten solitas.
Luego quieres comer todo lo que ellos comen, y beber las cervezas que ellos toman, y fumar sus cigarros. Pero si lo miras fríamente, terminas cagando, orinando y tosiendo su tradicional encanto así como los turistas en nuestro país lo hacen.
Lo importantes es que fuiste, y en tu enorme librero de recuerdos puedes poner una torre Eiffel de latón, una torre de pizza de mármol.
Las miradas de extrañeza, los besos, los llantos, tan parecidos a los tuyos a pesar de los kilómetros te los guardas sin embargo donde no puedes presumirlos.