jurame

Friday, December 30, 2016


Aunque ustedes no lo crean, en estos casi muchos años que vivo con Yoselin nunca he permito que revise que estoy escribiendo antes de publicarlo. Aunque esté escribiendo en la madrugada en un voucher del supermercado siempre intento mantenerlo en secreto (a veces me he tragado el papel, antes de que los descubra)
 
Es una labor difícil, si se considera que Yoselin es una mujer notablemente curiosa - chismosa dirán algunas personas, cada quien sus conceptos-  y he tenido que, a lo largo de estos casi muchos años, ingerir una cantidad considerable de papel, y de su respectiva tinta (Yo sé que el papel térmico que usan para los vouchers del supermercado no llevan tinta, pero recuerden que yo escribo partes de novelas en ellos) así pues, considero a mi estomago el principal héroe de esta peculiar historia de tinta, papel, poesía y ácidos gástricos.