Missing

Monday, September 4, 2006


Lo he tratado desde hace ya varios meses. Y es que he puesto mucho de mi empeño en tratar de ayudar a este pobre tipo. Si, pobre tipo, reconozco con mi moral de gente bien que he sentido pena ajena cada vez que escribe sobre su mundo sin dios y lo desgraciada que es su vida.

El discurso referente a la bondad de la vida y la belleza de las cosas parece no funcionar con el, o mas bien no es que no funcione, mas bien sucede que no termino bien de exponer mis opiniones cuando interrumpe diciendo que eso ya lo vivió, que el es mas grande y listo y que sabe a ciencia cierta (¡dios, si vieran que hasta astrofísico experimental calificado es este chico!) que el mundo es un caldo de mentiras, enredos y sueños incumplidos. Escapa cada que puede del libre albedrío y niega categóricamente cada una de sus opiniones, se esconde bajo la descalificación de la subjetividad que su carrera de psiquiatría le ayudo a utilizar. Su retorcido humor insano es el que lo ha alejado de la sociedad y el rumbo. Puedo afirmar ahora que quizás, soy de sus pocos amigos de carne y hueso. (Por que no descarto la posibilidad de que a veces charle de política con su póster tamaño real de bratt pitt)

Es en tardes de ocio como esta que me doy cuenta que es inverosímil la idea de hacer entrar en razón a este loco tratador de locos, y que a lo mas lo que consigo es mas insultos e intentos de desmoralización a cada visita.

Y por fin, después de varios meses, percibo el rumbo de mi camino, y talvez me decida en una de esas a mandarlo al carajo. Así, yo habré desistido y el creerá haber ganado habiéndome sacado del juicio, se sentirá titiritero una vez mas y reirá, reirá mientras le dure la ilusión.

Por otro lado, solo espero que me devuelva el micrófono que le presté.