Actualidá del shinji

Tuesday, August 25, 2009


Yo estaba bien feliz comiéndome unas papas con cátsup. Cuando sonó el teléfono y tuve que contestar por que sonaba bien fuerte. Siempre es lo mismo con las llamadas telefónicas. Yo me pregunto por qué suena tan fuerte… Bueno, estaba yo viendo una película (y comiendo papas con cátsup) cuando me llamó una muchacha para salir a la feria. Dimos dos vueltas, no me sorprendió la cantidad de ex novias que me encontré, pero a mi novia si, y me dio un pellizco ahí donde deberían de estar mis redondas nalgas. Compramos fresas con cremas y papas fritas con cátsup, pero de feria, que ciertamente saben diferentes pero no sé aun si es por la cátsup y el exceso de aceite en las papas. Pensé en tantas cosas, pero abandoné toda idea sobre filosofía. Le dediqué el poema numero cinco de pablo Neruda a la muchacha: “…Voy haciendo de todas un collar infinito para tus blancas manos, suaves como las uvas” luego un niño indigente intentó robarle la cartera y las fresas con crema pero falló en el intento por que estaba demasiado drogado como para tirar con fuerza y correr. Dos conductores de tráiler se encontraron en la plaza ambos con sus esposas. ¿y los niños compadre? Decían, luego uno le daba un arrimón a la esposa del otro mientras su propia esposa le daba un pellizco bien grave. Es un saludo a la comadre, decía. Me recordó a mí en mi época de mujeriego cínico. Ofrecían un recital de rock o algo por el estilo. Me pregunté por que siempre los técnicos de sonido son hombres gordos, mayores, con una cabellera a la espalda (muchas veces una cola de caballo) y con playeras negras de metallica o slayer y shorts color caqui y con bolsas de cargo. No me quedé a averiguarlo. Cuando volví a mi casa las vecinas se besuqueaban con sus novios en las escaleras del edificio donde vivo. Luego, después de cenar puse algo de Schumann y abrí la ventana a la calle para fumar un cigarro. Ahí estaban ahora mis dos vecinas adolecentes con sus novios pseudo-pandilleros. No quise irrumpir en su privacidad –ni parecer un voyerista pedófilo (aunque así lo fuese)- y me dediqué a mirar las nubes. Sin embargo las dos parejitas me lanzaron una mirada de odio y se fueron a dar un paseo a quien sabe donde. Su madre salió a buscarlas después, y entonces me sentí muy viejo. Algo así como un decrepito anciano aguafiestas y pedófilo. Aunque mas que molesto me parece divertido el hecho de que otros vecinos adolescentes se paseen frente a mi casa a cortejar a las dos niñas esas –hay que admitir que tienen bonitos cuerpos y se visten bastante provocativas, al mas puro estilo emo-hiphop-strippers- . Ahora solo me pregunto cuando llegará el aumento.