cartas a yoselin no entregadas

Wednesday, April 8, 2009


(junio)
Márchate ahora y no mires atrás, que no quiero causarte culpas. Que se vaya al diablo todo: también tú, que pase lo que tenga que pasar y que se sufra el rato lo que se tiene que sufrir. Al carajo, que si me corto las venas ya no debe importar mucho, de algún modo con este carácter que tengo tenía que suceder algún día. Que de mis ojos salga lo que tenga que salir, y que mi boca calle. Ojala y que las estrellas estas que están sobre tu casa y sobre la mía se apaguen de una vez y me dejen llorar un rato.
Yo me largo antes de que me abandones, sé que es lo inevitable; el amor no vuelve con la misma fuerza. Tu me dueles mujer, en el fondo de mi pecho, y quisiera llenarlo de ti y tu abrazo, pero tu frio me hiere y me hace sentir mas solo. Soy un idiota, me doy cuenta, y lo peor es que no he querido hacer nada; he vivido en el miedo de perderte y todo aquello que ello implica. Soy un tonto por no reconocer que te perdí ya hace tiempo.
Entonces vete al carajo, te amo, pero márchate y no vuelvas con tu abrazo, con tus sobras que a mi me bastan. No regreses más que como en los recuerdos y deja de ocupar mi mente y el descanso de mi sueño. Yoselin, salte de mis venas. Que arda mi cuerpo, que se apague, que se derrumbe mi espíritu, que ahora cae. Que todo acabe ya, que todo acabe.
Pero espero, y como cada vez espero, que tu sonrisa no me alcance, y me llene de terror. Que cuando me abraces yo no ría como un pequeño y se me olvide preguntarte si me quieres.
(julio)
Como si fuese esto un juego. Como si lo único que importase sea quien sale victorioso de esta demente ruta a la que el destino nos empuja. Y en igualdad de posiciones la batalla se prolonga hasta el punto de permitir golpes fuertes y destrozar el escenario y dejarlo irreconocible. Como si hubiese algo que ganar, después de que dos personas entregan su fe y pierden todo. ¡No puedes recuperar algo que regalaste!
A mi me sucede que visualizo todo como si ya hubiera perdido. Uno tras otro me llegan los recuerdos, y con ellos el sentimiento de arrepentimiento, y aun como si fuese suficiente; razones que en aquel momento pudieron cambiar mi situación, pero que ahora no hacen mas que hacer mas grande el agujero que se me hace en el estomago.
En todos lados esta tarde llueve y hace un ruido insoportable. Yo no puedo hacer nada para detenerlo y me queda como única acción la contemplación de los hechos. Y se me fue con la luz del sol las ganas de pensar en mi futuro, que no ha de ser más prometedor que el de las nubes que están lloviendo. La humedad del viento no es que me recuerde a ti, tampoco a tu ausencia. Es más bien la nostalgia acompañada de algo que no puedo describir, pero si sentir muy adentro de mi cuerpo. Incluso sé que esta lloviendo en alguna parte dentro de mí.
Yoselin, no se quien como yo te quiera y te dañe. Y te engañe y te diga que te ama. Para mi no existe mas error que el de no seguir los pasos a los que tu aroma me acarrea. He perdido todo y todo es nada y todo eres tú. No hay a quien decirle esta mañana que la quiero y no hay a quien besar cuando las ganas no quieren mas que escapar a algún lado.
(Agosto)
Me hubieses dejado hace tiempo, mientras pudiste. Pudiste decirme lo siento, pero no quisiste: llamaste a mi puerta una tarde y dijiste. “las noches de amor no se miden” y callaste.
Los días pasaron tranquilos, sonaron. El cielo se hizo de noche, y soñamos. Y entonces sufrimos quisimos y amamos y dimos el uno del otro razones de odiarnos. Las noches pasaban tranquilas, las horas de amor se pasaron y los vientos llegaron del norte y soplaron.
Entonces las letras de amor se acabaron. Los brazos de amor se escondieron. Tus cartas nunca llegaron. Pudiste dejarme hace tiempo, yo pude decirte te amo. Los llantos cubrieron tu rostro y mis ratos de amor te engañaron. Yo quise robarte la sombra y callaste. Penaste y temblaste y entonces perdiste el momento de irte. Me hubieses dejado hace tiempo, mientras pudiste.